Sagitario es un signo regido por el elemento fuego y este le aporta una vitalidad y un temperamento únicos. En su costado positivo Sagitario es enérgico, decidido y optimista, y siempre encuentra alternativas de solución a las dificultades sin dejarse agobiar por ellas. Pero cuando su ánimo se torna hostil, lidiar con él no es nada sencillo. Aquí te contaremos más detalles acerca de la arrolladora energía que caracteriza a los nativos de este signo.
La fuerza única de Sagitario
Los sagitarianos son personas que contagian energía y que saben cómo transformar cualquier ambiente en el cual se desenvuelven en una verdadera fiesta. Son expertos en levantar el ánimo de quien está atravesando una situación complicada y son incondicionales con su gente querida. Adoran pasarlo bien y experimentar nuevas aventuras. Todo lo que implique emoción, adrenalina y novedad es perfecto para este signo.
Son trabajadores incansables y siempre tendrán en mente proyectos y desafíos que los mantengan vivos. Los aburre enormemente la rutina y huirán de ella siempre que puedan. El día a día de sus vidas debe ser intenso y necesitan intercambiar con diferentes personas y en diversos círculos para alimentar su espíritu y mantenerse actualizados.
Todo lo que Sagitario emprenda en su vida será un éxito, porque le ponen el alma a cada cosa que inician. Saben cómo motivar a los demás y son excelentes líderes, generosos maestros y grandes compañeros, que siempre querrán dar a cada quien lo que le corresponde y ver crecer y superarse a quienes trabajan con ellos.
Pero cuando Sagitario no es capaz de canalizar positivamente su energía o se siente abrumado por los compromisos y las obligaciones, cosa se complica y nos enfrentaremos a su peor versión. A continuación, la parte menos constructiva de la energía sagitariana.
Qué sucede cuando Sagitario no canaliza debidamente su energía
La energía desbordante de Sagitario necesita estar en un fluir constante porque de otro modo, explotará de la peor manera. Deben estar ocupados en actividades que desafíen su intelecto y que los motiven constantemente, de lo contrario, los ganará el mal genio y la apatía y brotará lo peor de su carácter.
Cuando Sagitario opera en modo negativo se torna realmente insufrible, se irrita por todo y con todos y puede llegar a instancias sumamente agresivas y autodestructivas cuando no se siente pleno y satisfecho con su realidad.
En el plano laboral puede volverse muy tirano si le toca ocupar una posición de liderazgo y dejará de ser un elemento positivo para el grupo hasta que logre encausar nuevamente su energía. En el ámbito de la pareja, si se siente presionado, aburrido o poco respetado en su necesidad de independencia, se volverá frío, distante, agresivo y muy probablemente busque oportunidades de ser infiel como vía de escape para salir de una relación que no lo satisface.
Sagitario no sabe disimular su descontento cuando las cosas no son del modo que quisiera, y lo hará notar de la forma más vehemente posible. Así que si tienes que lidiar con un ejemplar de este signo, evita estar cerca cuando el cielo de Sagitario se nuble.